Se trata de un pequeño pueblo, hoy convertido en barrio e integrado en la ciudad, que debe su nombre a los Usaques, comunidad indígena Muisca que habitó en esa región colombiana. Durante siglos, Usaquén fue cruce de caminos y paso obligado entre Bogotá y el Norte del país.
La plaza de Usaquén con la iglesia de Santa Bárbara.
El barrio posee calles angostas y en él todavía perduran muchas casas de finales del siglo XIX y principios del XX que cuentan con patios, jardines y fachadas multicolor.
También son numerosos los anticuarios, tiendas delicatesen, bares y restaurantes. Los domingos por la mañana se instalan los toldos de San Pelayo y el Mercado de las Pulgas ofrece a los viandantes artículos curiosos y artesanales.Ésta es la casa de la Alcaldía, hoy cubierta de obras de los artistas que acuden a exponer y vender su producción.
No puede faltar una estatua de Simón Bolívar.
Esperamos que hayáis disfrutado del paseo. Buenos días y buena suerte.
Preciosa la localidad... gracias por compartir las fotos...
ResponderEliminarSergio y Cristina&Mageritdoll
Un placer para nosotros.
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